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A ESCALA HUMANA
Curaduría
Fernando Sicco
Artistas
Fran Cunha. Diego Focaccio. Cynthia Grandini
Felippe Moraes. Bárbara Oettinger. Andrés Pasinovich
Ricardo Pizarro. Jorge Sarsale. Pedro Tyler
ESPACIO DE ARTE CONTEMPORÁNEO
Arenal Grande 1930
C.P. 11800, Montevideo – Uruguay
La relación de los artistas con el tiempo es uno de los ejes para entender esta muestra de arte, y quizá todo el arte. La producción de obras está intrínsecamente vinculada al devenir de la vida del artista, a su manera de administrar la estadía en el mundo. Sea por la dedicación y exigencia física, mental o espiritual a un proceso, o por la exigencia en la realización de una materialidad elegida que se desea concretar, el tiempo es un insumo fundamental en la producción artística. Y aunque su unidad de medida sea evasiva o incluso irrelevante como elemento comparativo entre obras, todas las que integran esta exposición muestran el resultado de una concentrada y a menudo prolongada dedicación.
Transformando el espacio con el papel de guías telefónicas, para esta exposición Jorge Sarsale lo tritura y le da forma plástica, en un acto que es a la vez de reciclaje y de revalorización frente a la melancólica obsolescencia de esos direccionarios voluminosos que a (casi) todos nos contienen. La dedicación de su trabajo manual contrasta con ese tiempo detenido en el papel y destinado para siempre a la imprecisión de sus propios datos por simple efecto del devenir. Adheridos a las paredes de lo que antes fue una celda, esa lista irreconocible de nombres y números también condensa el pasaje de tantas personas cuyos días privados de libertad se pierden en el anonimato. Sarsale inició esta línea de trabajo con el papel como elemento central en 2008, y toma como referencia un poema de Dante Bertini Eso: “Ese punto negro donde todo acaba / donde ya no vivo / ni sufro / ni canto / eso es el espanto”.
IN HUMAN SCALE
The relationship between artists and time is one of the keys to understanding this art exhibition, and perhaps all art. The production of artworks is intrinsically connected to how an artist’s life unfolds, and how they administrate their days in this world. In the dedication and physical, mental, or spiritual demands of an artistic process, or in the thoroughness necessary to achieve the chosen materiality, time is always a fundamental element of artistic production. And although its unit of measure may be elusive and even irrelevant as an element of comparison between artworks, all the artworks in this show are the results of concentrated and often prolonged dedication.
Transforming space with paper from telephone books, on this occasion Jorge Sarsale grinds it and turns it into something plastic, an act which at the same time recycles and rescues it from the melancholic obsolescence of those bulky volumes which contain all (or most) of us. The dedication of Sarsale’s manual labor contrasts with those pages in which time has stopped still and whose fate is the imprecision of their information because of the simple effect of change. Stuck on the walls of what once was a prison cell, this unrecognizable list of names and numbers also summarizes the passing of the many people whose days without freedom are lost in anonymity. Sarsale began this line of work with paper as the central element in 2008, and he refers to a poem by Dante Bertini, “That”: “That black dot where it all ends / where I no longer live / or suffer / or sing / that is the horror.”